domingo, 12 de mayo de 2013

La economía del bien común y la crisis de valores

Dicen que el hombre se mueve por su interés personal y que el poder y el dinero son su meta. Dicen también que la economía es una disciplina que empuja a los ciudadanos a este estilo de vida, pero ¿Toda la economía, o todos los ciudadano se mueven bajo esos principios?
La respuesta es no. Muchas personas, tras ver la situación a la que hemos llegado se replantean su forma de vida y deciden actuar de una forma más eficiente con el medio y con su entorno económico-social.

Un ejemplo de empresa que desarrolla este tipo de economía es la cooperativa La Fageda, una empresa de yogures Catalana que se creó principalmente para dar una oportunidad laboral a personas con discapacidad de diversos tipos, porque la razón principal de esta empresa no es la elaboración de productos lácteos, sino dignificar la vida de sus empleados.
A pesar de que esta empresa no persigue el crecimiento, sus productos ocupan ya la tercera posición en el mercado catalán y en la actualidad la cooperativa emplea a 280 personas, de las cuales 180 tienen algún tipo de discapacidad, pero como dice el fundador de la empresa, Cristobal Colón, los otros 100 todavía no tienen ninguna discapacidad pero que nunca se sabe.
Gracias  a este proyecto, personas dependientes y poco valoradas, son capaces de recuperar su autoestima al realizar trabajos como cualquier otra persona, y esto les hace sentirse útiles y es que todo el proceso productivo lo realizan manualmente salvo pequeñas fases de la producción que si están automatizadas.
Otro punto fuerte de la empresa, dificil de creer para muchos, es que los beneficios sobrantes que se acumulan anualmente son repartidos a partes iguales por la totalidad de los empleados desempeñen la labor que desempeñen, porque al fin y al cabo en una empresa todos los trabajadores que ejerzan la labor que ejerzan son imprescindibles para el conjunto.
También es de admirar que la empresa no se promocione mencionando que los productos los hace gente discapacitada porque de una forma u otra eso estaría en contra sus principios, si los consumidores adquieren sus productos que sea por su calidad. De hecho su única publicidad se reduce a las visitas de escolares y al boca a boca, porque la empresa comenzó sus andanzas vendiendo en hospitales y en centros penitenciarios pero hoy en día tienen un puesto más que reconocido en el mercado catalán del que no pretenden salir.

Personalmente este tipo de economía me recuerda a una conferencia que vimos en marketing, donde  Joan Melé, el conferenciante, defendía una banca ética en protección de los derechos humanos, y  como sus palabras me dieron mucho en que pensar, os dejo con el vídeo, las ideas que considero más importantes y con una conclusión final.



1. El mundo no sólo vive una crisis económica, vive una grave crisis de valores y es que la sociedad ha avanzado tan rápido que no hemos sabido hacia dónde íbamos y “nos hemos estrellado”. No podemos esperar que los políticos lo solucionen, debemos actuar a nosotros.
2. Otro problema actual es la individualidad frente a la cohesión social que debería haber, y es que el hombre no es un animal, es un ser distinto del resto por lo que no deberíamos tender al pensamiento único y a la uniformidad, ya que todos somos distintos y eso es lo bueno.
3. Cada vez hay más guerras en el mundo y nadie es capaz de pararlas a pesar de que cada vez existen más ayudas humanitarias y las personas, ONGs y la ONU cada vez están más implicadas con un problema que no se erradica, sino que va en aumento.
4. Si queremos que la sociedad cambie, lo primero que debemos hacer es cambiar nosotros mismos, aportar algo al mundo e influenciar al resto porque el hombre es un ser creativo y capaz de todo, no debemos desmotivarnos porque lo que vemos fuera no nos hace felices.
5. La economía es la relación existente entre los seres humanos, el trabajo y el planeta Tierra. Pero el dinero no es el problema, el problema eres tú. La sociedad no es individualista, las personas sí, y es ahí donde surge el conflicto.
6. El dinero lo empleamos para comprar, ahorrar o donar, pero lo hacemos tan rutinariamente que no vemos las consecuencias. Cuando no consumimos ecológico nos matamos a nosotros mismos y al planeta.
7. La cultura occidental se ha basado principalmente en el consumo, y es que ir de compras es “a ver que veo, no qué necesito”. Esto supone un grave problema porque una sociedad consumista es fácilmente manipulable.
8. No podemos crecer como antes en consumo natural ya que es insostenible. Pero lo que sí que podemos hacer es sustituir el consumo material por el espiritual y por el cultural.
9. Debemos buscar la seguridad en nosotros mismos, y es que los actos de uno repercuten al resto. Las personas tenemos buenas ideas pero siempre habrá alguien que te las trate de hundir, pero recuerda que “No hay nada que te pueda pasar, y si te pasa, es por algo”.
10. Las guerras y las empresas son un negocio que se financian con nuestro dinero. Deberíamos plantearnos prestar nuestros ahorros a una banca ética y buscar cómo nuestro dinero puede cambiar el mundo.

CONCLUSIÓN La crisis de valores que sufrimos nos ha llevado al individualismo y al egoísmo,sólo miramos por nuestros caprichos sin preocuparnos de la repercusión de nuestros actos, lo que ha provocado que el planeta cada vez esté peor y que las personas estemos cada vez más deshumanizadas.

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