sábado, 16 de marzo de 2013

La fábrica de los deseos de la publicidad VS. el "yamiké" de la educación

Hay quien dice que la publicidad trata de imponernos un modelo de vida, una determinada manera de pensar e incluso de actuar. Esto es así en cierto modo, pero la verdad es que la Publicidad trata de reproducir visualmente nuestros deseos más fantásticos e inalcanzables. Si te das cuenta, cualquier spot publicitario recrea un mundo casi siempre ideal, un mundo de ensueño, y es que hay veces que ya no sabes si estas viendo el trailer de una película o simplemente un anuncio de perfumes, y es que recientemente a mi me pasó, pensé "quiero ver esta peli" y esta fue mi sorpresa:



Era nada más  y nada menos que el spot del último perfume de Adolfo Domínguez "Viaje a Ceylan". Todo apuntaba a que fuese la nueva película del actor español Eduardo Noriega, pero no, era el trailer de una película imaginaria que finalmente anunciaba la marca y el producto de AD. Esta estrategia publicitaria es muy común, y de sobremanera en el inmenso mercado de los perfumes.



¿Y por qué la publicidad recrea estos mundos ideales y no se basa en la realidad? Pues es sencillo, está demostrado que actuamos bien  por miedo o por deseo, entonces las empresas tratan de evocarnos a realidades imaginarias y mostrarnos una imagen que quieren que asociemos a su marca para que nos sintamos identificados con ella, de este modo es posible vendernos un producto sin que importen sus cualidades, sólo quieren vendernos una idea: cómo queremos sentirnos al usar ese producto tan representativo. Lo cierto es que lo consiguen, nos venden productos superfluos porque nos crean un deseo tan grande que tendemos a adquirirlo en el momento, sin embargo una vez consumido el capricho, éste deja de interesarnos y nuestro objetivo pasa a ser otro.


A  los publicitarios les funciona bien esto de evocar a los sentimientos, es una lástima que no se pueda decir lo mismo de los educadores,ya queparece que su objetivo se basa únicamente en que repitamos conceptos de memoria sin comprenderlos, y es aquí cuando surge el problema, porque son los medios de comunicación los que tienen más poder educativo y no siempre muestran unos contenidos competentes para este tipo de propósitos, porque vivimos en la época de la telebasura.

Los profesores deberían desligarse un poco de ese ansia hacia el aprendizaje tradicional y sustituirlo por métodos más dinámicos y visuales ya que es lo que buscan los jóvenes, contenidos atractivos que se asemejen a su ocio (las nuevas tecnologías) y a sus medios de expresión. Con todo esto no quiero decir que debamos sustituir la pasión por el pensamiento, sino incentivarlo y desarrollarlo, porque es que sin motivaciones no hay aprendizaje, o como dice el artículo La educación como industria del deseo" La educación ha de ser industria del deseo si pretende ser industria del conocimiento", por eso el educador debe luchar contra el tan temido "Yamiké" del que huyen tan fervientemente los publicitarios, y es que la tarea del profesor no consiste únicamente en transimitir ciertos conocimientos, sino que debe motivar al alumno y despertar su interés para que realmente adquiera saberes, porque el fracaso escolar no es sólo culpa del alumno sino del profesor que no busca  dónde está fallando su método educativo y le echa la culpa al desinterés del alumno.

1 comentario:

  1. Es cierto, la cara de pantorta que se te queda cuando piensas que van a sacar una peli genial y es un anuncio es épica. Jajajajaja.
    Pero yo ahora estoy aprendiendo a analizar anuncios y tiene su lógica.

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