lunes, 4 de marzo de 2013

¿Fobia a los libros?



Siempre se ha dicho que los jóvenes no leemos, o que leemos poco, y se ha culpado por activa y por pasiva a la televisión, a los videojuego o a las nuevas tecnologías por este echo.

En la anterior clase se debatió sobre este tema, y hubo varias personas que reconocieron que  sus anteriores educadores  habían dicho que leer no servía para nada, algo sorprendente viniendo de la mano de un profesor, pero lamentablemente cierto.

Teniendo en cuenta mi experiencia personal, creo que en mi colegio se fomentaba bastante la lectura, siempre había actividades, juegos y concursos en la biblioteca. En cuanto al instituto, también ponían cierto empeño por crearnos un hábito de lectura, por ejemplo, celebraban la feria del libro o traían a escritores para darnos charlas (por ejemplo Ana Alcolea). Sin embargo, cuando mandaban las temidas lecturas obligatorias creaban la reacción contraria, y es que hay libros que no deberían leerse con determinadas edades, bien porque los jóvenes no los comprenden o porque resultan incompatibles con su edad.

En primero de Bachiller, nos mandaron leer Sin Noticias de Gurb de Eduardo Mendoza, el profesor había dicho que se leía bien y que era muy gracioso. Mi profesora de particular opinaba lo mismo, e incluso mis padres. Sin embargo a mí me pareció totalmente absurdo y no le encontraba el humor por ninguna parte. Era un libro fino, de unas 144 páginas pero tardé un mes en leerlo porque se me hacía muy pesado, y eso que suelo leer con frecuencia libros de unas 400 páginas que me duran con suerte 4 días. En ese momento me dí cuenta de por qué había tanta gente que aborrecía leer, y también me di cuenta de que los libros transmiten emociones diferentes dependiendo de la generación que lo lea.

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